jueves, 3 de julio de 2014

Cambios.

El 22 de agosto del 2011 empezó como cualquier día común y corriente. Salvo por el hecho que era mi primer día de clases en la preparatoria, no sabía si debía tener miedo, emoción o ambas. No tenia la más mínima idea de lo que me esperaba, tuve que seguir a un desconocido para que me ayudara a encontrar  la preparatoria y fue como buscar  la Cámara de los Secretos. Cuando por fin estaba ahí, todo el pasillo que lleva desde la entrada hasta la biblioteca lo único que pensaba era : "voyamorirvoyamorirvoyamorir"; sólo camine buscando mi salón y afortunadamente alguien me ayudo a encontrarlo, una vieja amiga. La preparatoria se veía tan grande como Hogwarts mismo, no sabía a donde ir o que hacer -como la mayoría de mis compañeros primerizos- así que mejor decide quedarme todo el día en el salón de clases. Claro salí a comer algo durante el receso pero con suma cautela, no quería cagarla el primer día. Yo pensaba que esto iba a ser igual que en la secundaria... estaba muy equivocado.

Días antes mi primo que ya va en la universidad me pregunto: "¿Que se siente entrar a la preparatoria?". Obviamente no supe que responder, "Yo no quería que terminara, que no daría por regresar a ella", en ese momento no entendía por qué lo decía, ahora lo entiendo perfectamente.

Todo empieza y acaba en un parpadeo. La preparatoria es el lugar en donde todas tus dudas sobre ¿quien soy? o ¿que chingados voy a ser de mi vida? son respuestas, no para todos. Son demasiados cambios en tan poco tiempo, son demasiadas experiencias tanto buenas como malas; apenas te estas recuperando de un golpe cuando ya estas recibiendo dos. Es una lucha constante con nosotros mismo, por conocernos de una vez por todas.

Esos tres años (que deberían ser cuatro) son el climax de la adolescencia, puedes hacer y deshacer todo lo que quieras, no hay regla que te gobierne. Ahora más que nunca tu decides que hacer con tu precoz vida, empieza otra serie de cambios. A veces la gente piensa/dice que las personas nunca cambian, lo piensa/dice porque no distinguen entre cambios y transformaciones.
Para que una persona cambie necesita que su entorno cambie, no sólo física y visualmente sino también las personas que lo rodean, las decisiones que llegue a tomar, las circunstancias que se le presenten. Todo influye. 
Cambios pequeños que nos van transformando. Si todo se quedara igual sería como un péndulo, una completa abstracción de la vida misma, sin avances ni retrocesos.
Habra muchas maneras de explicar la vida y el como vivirla, trataran de descifrar el  código que guarda esta maldita vida sin sentido. Yo pienso que lo mejor es no intentar explicarlo o resolverlo. No hay misiones en la vida, no hay destino, no hay dioses, sólo somos nosotros cambiando morfológica y psicoticamente, siendo cambiados por los que decidieron transformarse y viceversa.

Regresando a lo que realmente era el objetivo de este blog, el simple recordar y añorar un poco lo que fue la preparatoria en mi vida, en nuestras vidas. Dejando atrás un poco lo "filosófico" y dándole entrada lo superfluo:

Que chingon que alguien te diera un "Manual de Supervivencia de Ned" para saber que hacer cuando entras a la preparatoria, ya que cuando entras no haces más que cagarla una y otra vez, eres tú volviendo a empezar, eres tú haciendo nuevos carnales, eres tú conociendo a nuevos amores, eres tú empedandote como si no hubiera un maldito mañana en la cancha(cuando era chevere y media 1 hectárea), eres tú reprobando materias porque quieres y puedes, eres tú volandote las clases para echar el cigarro o la chela en bolsita afuera de la preparatoria o en las canchas, eres tu dejando la preparatoria un año,  eres tú desvelándote todas las noches con tal de no irte a extra en el último parcial, eres tú jugando cartas en las palapas, eres tú disfrutando de un buen 2 de octubre, dándote en la madre en el Slam mientras Siddhartha hace que te orines en los pantalones, eres tú fajando en el tercer piso o en algún salón, eres tú jugando en las canchas de voleyball todo el santo día, eres tú mentando madre a todas las preparatorias en la carrera nocturna, eres tú esperando que eso nunca se acabe, eres tú empezando a vivir, eres tú llorando porque todo eso se acabo y porque tendrás que volver a empezar.